Si te apetece salir de Cuenca y realizar unas estupendas vacaciones o una escapada aprovechando algún fin de semana o algún puente, no lo dudes, haz el trayecto en Alta Velocidad desde Cuenca, saldrás sin prisas y con toda la comodidad posible desde la estación Alta Velocidad de Cuenca Fernando Zóbel, situada en la Alta Velocidadnida del Cerro de la Estrella, en funcionamiento desde el 18 de diciembre del año 2010 siendo inaugurada por los, en aquellos tiempos todavía, Príncipes de Asturias, actuales Reyes de España, que inauguraron la estación realizando un viaje en Alta Velocidad entre Madrid, Cuenca, Albacete y Valencia.

Y si optar por viajar, en general, en trenes Alta Velocidad es optar por un medio de transporte muy ecológico comparado con otros como el autobús, el vehículo particular y el avión, además la estación Alta Velocidad de Cuenca Fernando Zóbel tiene la ventaja añadida de ser una terminal ferroviaria muy concienciada con el medio ambiente, ubicada en un edificio sostenible ya que en su creación se tuvieron muy en cuenta criterios de aislamiento térmico y ahorro energético. Es una estación de Alta Velocidad que tiene instalados sistemas de ahorro de agua, climatizaciones muy eficientes que aprovechan la temperatura del subsuelo, paneles solares que producen agua caliente y ha sido creada con materiales de construcción que no contaminan. Cuenta con zonas verdes que son regadas por eficientes sistemas de riego que permiten no derrochar un bien tan importante como es el agua.

Si apuestas por no contaminar en la medida de lo posible el medio ambiente, sin duda los viajes en Alta Velocidad desde Cuenca deben ser tu opción prioritaria, puesto que, o los puedes realizar en bicicleta, lo que implica distancias cortas o mucho esfuerzo para cubrir poca distancia, u optas por reservar tus billetes de Alta Velocidad desde Cuenca para moverte por España de una forma eficiente y concienciada con el medio ambiente, algo cada vez más necesario.

Y es que además de no emitir excesivas dosis de productos contaminantes a la atmósfera, viajar en Alta Velocidad desde Cuenca supone un importante ahorro que no te lo ofrecen otros medios de transporte, pudiendo viajar muy barato en el Alta Velocidad Cuenca Madrid que nos deja en la estación de Puerta de Atocha en muy poco tiempo, o en el Alta Velocidad Cuenca Valencia, que en este caso va a parar a la estación de Joaquín Sorolla, o en el Alta Velocidad Cuenca Alicante y disfrutar al mejor precio del Barrio de Santa Cruz, el Parque de la Ereta, el Parque Juan Pablo II, el Puerto, la Explanada de España, la Catedral de San Nicolás, el Parque de El Palmeral, la Plaza de los Luceros, el Mar Mediterráneo, los barrios de la Virgen del Remedio y Virgen del Carmen o del Parque de Canalejas, por ejemplo.

También podemos viajar en el Alta Velocidad Cuenca Valencia, o en el Alta Velocidad Cuenca Requena Utiel, en la Comunidad Valenciana y degustar exquisitas horchatas y paellas, con lo que habremos ahorrado en el coste de nuestro viaje desde Cuenca hasta estas tierras valencianas.

Si nos apetece buen tiempo asegurado, tenemos los trenes Alta Velocidad Cuenca Sevilla, los trenes Alta Velocidad Cuenca Puente Genil Herrera, los trenes Alta Velocidad Antequera Santa Ana, los trenes Alta Velocidad Cuenca Málaga María Zambrano y los trenes Alta Velocidad Cuenca Córdoba.

Viaja sin problemas económicos con los viajes en Alta Velocidad desde Cuenca más baratos, que además de permitirte más viajes en Alta Velocidad desde Cuenca al ahorrar en cada trayecto, mantienen tu conciencia limpia sabiendo que es el mejor medio de transporte para cuidar nuestro planeta.

De camino a la estación de Cuenca Fernando Zóbel para emprender nuestro viaje en Alta Velocidad podemos visitar el Oratorio de San Felipe de Neri, la Torre Mangana, la Iglesia de San Andrés, el Seminario Conciliar de San Julián, el Convento de San Pablo, el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha o dar un paseo por las Casas Colgadas, y así, inmersos en un ambiente de ocio y cultura, nos relajaremos en nuestro Alta Velocidad desde Cuenca al destino que hayamos escogido, en condiciones inmejorables.